Stillness~ [libre]

La verdad es que hacía mucho que no salía de los suburbios de la ciudad. Sinceramente necesitaba de un poco de aire fresco y poco ruido para poder relajarme y calmarme de toda mi vida estresante que llevaba encima. Por esa razón, decidí ir a visitar la cascada de la zona. Admito que ya hacia décadas que no iba por alguna extraña razón. Pero, en estos momentos, lo sentía muy necesario.
Al llegar, muchos recuerdos se me vinieron a la mente, recuerdos de los cuales ya ni recordaba y que reaparecieron al ver la figura de aquellas cascadas que vertían agua cristalinas en unas especies de fosas que las mismas habían formado a través de los siglos.
Me había detenido allí, sentándome a un lado del agua, observando la naturaleza a mi alrededor. La noche estaba llegando y el sol soltaba sus últimos rayos de luz del día, haciendo que la luna se haga lucir en esta joven noche. Sin dudas el clima estaba bastante agradable, puesto que la verdad, haría contrato como para que todas las noches sean así.
Pero, al pasar el tiempo allí, sentado pensando, no pude evitar que llegara el momento en que me aburriría, por lo que me paré, sacándome los zapatos y las medias, dejándolos en la orilla. Tomé mi vestido con ambas manos, para posteriormente caminar hacia el agua. En un principio, sentía como el liquido llegaba a mis tobillos, pero, a medida que me iba acercando a las rocas que se encontraban en el centro, cerca de las vertientes de agua, esta se iba haciendo mas profundas, hasta llegar a un punto de tener que levantarme por demás la falda para que esta no se mojara. Pero, todo valió la pena, pude alcanzar aquellas rocas, subiéndome a las mismas y quedando parado mirando hacía las cascadas las cuales al chocar contra las demás rocas salpicaban, sintiendo como esas gotas llegaban hasta mi rostro.

No quería seguir encerrada en mi hogar, quería respirar, estar en calma y por qué no, leer un buen libro y la ciudad no era una opción para la tranquilidad que quería.
Recordando lugares con calma, recordé la cascada que estaba a las afueras de la ciudad, ¿por qué no ir hay? había todo lo que pedía y caminar me haría bastante bien. Así que con un libro que había comenzado a leer, tome rumbo hacia la cascada.
Cuando llegue me detuve a observar a mi alrededor, notando que ya estaba oscureciendo, no podría leer, pero podría observar el agua.
Camine hacia la orilla, sentándome en una roca que estaba al lado de esta, observando que había una persona sobre unas rocas dentro del agua, lo mire por unos minutos y luego baje mi vista hacia el agua, viendo su calma perturbada por el agua que caía, agudizando mi oído para escuchar como las gotas caían en el agua.

Sin dudas estaba disfrutando demasiado del agua, pero eso no hizo que no percatara la parecencia de otra persona en el lugar. Sinceramente me parecía desconocido, no podía distinguir su rostro desde la lejanía, por lo que me quedé unos segundos más disfrutando del agua para posteriormente caminar sobre unas rocas secas, para tener una mejor vista de aquel extraño personaje. Al poder divisar de una mejor manera los rasgos de la misma, pude notar que esta era mujer. Acercándome, aún más hacia el lugar en donde estaba, caminando cuidadosamente de no resbalarme, deteniéndome al borde de una de las piedras, sin poder avanzar más que eso.
-¿Quién eres tu?
Dice de manera seria mientras acomoda un poco su vestido, mirando fijamente a esta persona.

Tenia mis ojos cerrados cuando sentí que alguien me hablo, los abrí un poco y subí mi vista para ver a este hombre. - Soy Hiko - baje mi vista y seguí observando el agua - ¿y tú quien eres? Me acomode de modo que pudiera observar el agua y pudiera observarlo a él.
Tome mi libro y hojeé unas paginas hasta llegar a la que leía, trate de leer un poco, pero ya había oscurecido bastante, viendo algunas estrellas que ya iluminaban el cielo.
Me levante y camine hacia un roca, sentándome y dejando mi vista fija en aquel hombre que estaba frente a mi.

Al escuchar las palabras de esta, cerrando los ojos, lancé un suspiro. Y comencé a acercarme de a poco a ella, saltando de piedra en piedra, tratando de no resbalarme y caer al agua, hasta llegar a una roca y sentarme en ella, de manera que la conversación sea de alguna manera agradable y no estar casi a los gritos por la lejanía. Metiendo ambas piernas el el agua y comenzar a jugar con las misma le contesta:
-Encantado de conocerle Hiko...-baja levemente la cabeza en forma de reverencia- Mi nombre es Mana... -suspira-
Sigue jugando haciendo circulos con sus piernas en el agua
¿Y que haces a estas horas por aquí? Puede ser peligroso...
Mira al cielo...

Me acomode, quitándome el abrigo y dejándolo sobre mis piernas, observe como se sentó frente e hice una pequeña reverencia. - un gusto conocerlo, Mana… -
Baje y mire mis manos, entrelazando mis dedos, subí mi vista y respondí.. – pues, buscaba poder leer un libro en tranquilidad, pero con esta oscuridad no logro ver ninguna palabra… puede ser…. – observe mi libro y lo guarde en un bolsillo de mi abrigo, entrelazando mis manos otra vez. – ¿y que haces tú por estos lugares tan alejados a estas horas..? – suspire y lo mire.